Los mejores consejos para una conducción segura este invierno
Poner cadenas. Es fundamental haberlo ensayado con anterioridad pues llegado el caso es posible que no sepamos hacerlo. Lo más importante es que cada una de ellas esté bien desliada, sin nudos. Primero se pasa por detrás del neumático, y cuando está bien desplegada se levantan los extremos del anillo interior y se atan por la parte superior del neumático. Entonces hay que ir centrándola por delante, cerrarla, tensarla al máximo y atar el cabo sobrante.
Elegir bien las cadenas. Hay que saber cuál es la adecuada para nuestro neumático. Hay de varios tipos: las de eslabones de acero, que garantizan buena tracción en nieve, son duraderas y resistentes, y las textiles, compuestas y tipo araña, que también tienen buenas prestaciones y son todavía más fáciles de montar. También hay que tener claro que se tienen que colocar siempre al encontrarnos con la nieve, nunca antes.
Revisar el nivel de líquidos. Básicamente el del aceite, refrigerante de motor y limpiaparabrisas. Hay que prestar especial atención a este último, ya que no sirve cualquier cosa. De hecho, mucha gente utiliza agua para rellenar el depósito, lo que en invierno puede acarrear problemas ya que el agua puede congelarse y, por consiguiente, congelar también el cristal o el sistema de funcionamiento del limpiaparabrisas. Lo correcto es utilizar líquidos específicos.
Encender el aire acondicionado. Lo que conseguiremos es que se seque el aire y que, por lo tanto, no se empañen los cristales. Tenerlo encendido no es incompatible con conseguir una temperatura cálida, bastará con regular el termostato. Eso sí: es recomendable utilizar la función “AUTO”, ya que de esta forma el compresor funcionará en su punto óptimo y evitará un exceso de consumo de combustible.
Procurarnos ropa de abrigo. Mantas, anoraks, gorros o guantes nunca sobran. Y el depósito de gasolina lleno.
Ya en la carretera, conviene no olvidar que cuando circulemos en la nieve hay que hacerlo con suavidad, utilizar tanto como sea posible el freno motor, y evitar frenar en las curvas, hacerlo siempre en las rectas. Y si nos acecha la niebla, encenderemos las luces posteriores de niebla sólo en caso de que ésta sea muy densa, pues de lo contrario podríamos deslumbrar al resto de conductores.