Consejos para prevenir un accidente de tráfico
La correa de distribución tiene un papel clave en la composición de un automóvil. Esta asegura una correcta coordinación entre las válvulas del motor y los pistones, por lo que necesitará un cambio de manera más recurrente que otro tipo de piezas. Los expertos recomiendan hacer el cambio de esta de manera periódica, porque si no el precio de la operación podrá ser bastante elevado.
Hacer el cambio de la distribución se convierte en una de las tareas de mantenimiento más importantes. La falta de cuidado de esta parte del vehículo puede generar problemas al motor y, sobre todo, un desembolso considerable.
Correa de distribución
La correa de distribución es una tira de caucho que está reforzada con fibras resistentes para alargar su durabilidad. Además, nos asegura una correcta sincronización de los sistemas mecánicos del motor: el cigüeñal y el árbol de levas, como los piñones y las válvulas del motor.
Se trata de un elemento realmente de mantenimiento preventivo. Su trabajo es vital para el funcionamiento del coche. El cigüeñal transmite la energía mecánica al árbol de levas. Este recibe el movimiento y distribuye a las válvulas de los cilindros del motor. Además, el cigüeñal permite el reparto de la correa después de transmitir el movimiento de los pistones.
Para garantizar el funcionamiento de este elemento existen unos tensores que mantienen la tensión. Además, hay un alternador que obtiene la energía de la correa para transmitirla a la batería del vehículo. También se encarga de accionar la bomba de agua, para que así distribuya en el motor el líquido refrigerante para adecuar la temperatura.
¿Para qué sirve la correa de distribución?
Su objetivo es hacer posible la apertura y cierre de las válvulas del motor en el momento preciso para dar cobertura en el proceso de admisión y escape de cada cilindro.
La función esencial de la correa de distribución es sincronizar el motor, controlar las fases de admisión y escape de combustible, la refrigeración y la bomba de gasóleo en los motores diésel.
En todo su recorrido, la correa es guiada por diversas poleas como los rodillos tensores de distribución y los rodillos de enrollado de distribución. De esta manera, se acciona la bomba de agua y la bomba de inyección dependiendo del tipo de motor.
Este elemento clave está formado por dos caras. La externa es lisa y es la parte donde se apoyan los rodillos tensores, haciendo que la correa quede sujeta. También se encarga de sustentar la bomba de agua del vehículo. La interna es dentada y se encarga de arrastrar los elementos que han de ir sincronizados.
Cambio correa de distribución
Este elemento es propenso al desgaste, por lo que es conveniente realizar el cambio dentro del periodo estipulado por el fabricante.
La rotura de la correa es una de las averías más frecuentes del coche y su cambio supone un coste elevado. Por ello, debes conocer los síntomas que indican que se encuentra en mal estado. Tendrás que atender a estos síntomas y sabrás si es necesario el cambio del kit de distribución. Si tienes dificultad al arrancar o sientes un ruido constante y vibraciones y temblores en la conducción, es probable que tengas una avería en la correa de distribución.
Sin duda, otra de las pistas para reconocer que hay que sustituirla por una nueva es un examen visual (siempre con el motor apagado). Si se pueden apreciar grietas o áreas demasiado brillantes, es recomendable llevar el coche a revisión.
Se tendrá que realizar el cambio de la correa de distribución cuando esté desgastada, su tensión no sea la correcta o que los dientes de su capa interior estén perdiendo fuerza, provocando que no encaje con los piñones de los engranajes.
¿Cuándo se debe cambia la correa de distribución?
Su cambio va en función del tipo de combustión del motor y su uso. Además, los fabricantes establecen dos criterios para orientar cuando hay que cambiar la correa: los kilómetros acumulados y la antigüedad del vehículo. De manera general, el intervalo suele oscilar entre los 65.000 km y los 130.000 km. Sin embargo, cifras dependen del vehículo y de las condiciones de conducción.
Si sueles circular por zonas urbanas, será necesario disminuir un 20% o 25% el número de kilómetros recorridos para hacer la revisión. Esto se debe a que este elemento sigue funcionando cuando el coche está detenido en semáforos o atascos. Es decir, si tu fabricante recomiendo cambiar el coche a los 100.000 kilómetros, deberías hacerlo a los 80.000 kilómetros.
Aunque tu coche no tenga acumulados muchos kilómetros, es recomendable revisar la correa de distribución cada cinco años. Está hecha de caucho, por lo que es más probable su envejecimiento y deterioro. El clima también es un factor que influye en su cambio, sobre todo si hay temperaturas extremas y mucha humedad.
Correa distribución precio
El precio de cambiar la correa de distribución suele oscilar entre 300 y 1.000 euros, dependiendo del coche y del tipo de motor. Cuando esta se rompe, el precio medio puede variar entre 1.500 o 2.000 euros, pues si la correa deja de funcionar puede terminar por afectar al motor, y el costo de reparación será aún mayor.
Si necesitas cambiar la correa de distribución o quieres hacer una revisión acude al taller oficial de Ancrisa. Nos encargaremos de poner a punto tu vehículo para que puedas conducir de manera segura. ¡Pide tu cita ya!
