Ni uno ni dos ni tres. Son muchos más los malos hábitos que cometemos a diario al circular con nuestro vehículo. ¿Cuál es el problema? Que estas manías pueden acabar provocando graves problemas en tu coche. El mantenimiento de tu coche dependerá de tu personalidad, pero debes prestar cierta atención a cómo funcionan determinados componentes que pueden parecer un asunto trivial, pero en absoluto lo es.
Malos hábitos que dañan tu coche
Muchos de estos malos hábitos pueden llegar a afectar a sistemas y, a la larga, poner en peligro tu propia seguridad, además de ser un gran gasto que haga que pierdas mucho dinero. Por eso hemos pensado que deberías conocerlos, para saber cómo corregirlos.
Ya sabemos que pasar por el taller no es agradable, sobre todo para nuestro bolsillo, pero es necesario para que tu coche te dure el máximo tiempo posible. Para un mantenimiento regular hay que cuidar el cambio de aceite y los filtros, así como los líquidos. Cada fabricante del vehículo especifica una rutina de mantenimiento diferente, que puedes encontrar en el manual del propietario. Puede resultar caro pasar por el taller, pero más caro será si la avería acaba siendo grande. Visita tu taller oficial y olvídate de tener problemas con tu coche.
Otro de los grandes errores de los conductores es circular con neumáticos en mal estado. Puede parecer que no merecen una atención especial, pero, todo lo contrario. Forman parte del triángulo de seguridad del coche y son claves ya que es el único punto del coche que tiene contacto directo con el suelo. Si tus neumáticos están gastados o desinflados puedes sufrir un accidente grave. Es imprescindible que no escatimes en neumáticos y que revises la presión de éstos.
Cuando un indicador se enciende en el tablero de instrumentos, es importante abordar el problema de inmediato. Si no sabes lo que significa la luz, comprueba el manual del propietario o llama a tu taller oficial. Algunas luces de advertencia del salpicadero pueden alertar a algunos problemas muy graves, como una fuga de refrigerante, que pueden hacer que el motor se sobrecaliente. Una reparación preventiva a menudo evita que el problema vaya a mayores.
Otro de los malos hábitos que se suelen ver en la carretera son los acelerones. Y es importante saber que no ayudan a ganar tiempo y tiene efectos negativos sobre tu coche. Se consume más, se calienta en exceso el motor y los neumáticos se desgastan. Con este tipo de conducción puede que no acabes con tu coche de inmediato, pero hará que el motor, la transmisión y el sistema de frenos se deterioren mucho más rápido de lo previsto.
Y una de las malas costumbres más común es la de abusar del embrague y apoyarse en la palanca de cambio. El embrague es uno de los elementos más castigados del automóvil. Como funciona por fricción, sufre desgastes cada vez que se pisa, por eso no debemos apoyar el pie en él cuando no se usa. Pero igual de mala es la costumbre de utilizar la palanca de cambios como apoyabrazos. Sin darte cuenta estás presionando los mecanismos internos del cambio, lo que desgasta y provoca holguras en sincronizadores, rodamientos…
Y el hábito que menos le gusta a la bomba de combustible de tu vehículo es moverse con menos de cinco litros. Puede que no lo sepas pero viajar con tu vehículo en reserva es muy malo. Este elemento (en automóviles con inyección electrónica) está sumergido en el tanque, por lo que debe habar combustible suficiente para garantizar la lubricación y el enfriamiento de la bomba.