Un neumático con baja presión aumenta en un 60% las probabilidades de reventón en verano
Las altas temperaturas aumentan el riesgo de reventones y pinchazos en los neumáticos, al tiempo que disminuyen la capacidad de frenado y la potencia del motor en los vehículos.
Por ello, se debe prestar especial atención a los neumáticos y frenos al ser las piezas que más sufren con el intenso calor, sin olvidar los amortiguadores que configuran el triángulo de seguridad junto a neumáticos y frenos.
Un estudio realizado por Norauto ha indicado que en verano los neumáticos alcanzan una mayor temperatura y ha advertido de que circular con un neumático a baja presión aumenta el 60% probabilidad de reventón, acorta su vida útil hasta el 15% y crece además hasta el 7% el consumo de combustible.
En este sentido, se aconseja revisar la presión de inflado de los neumáticos en frío y adaptarla a la carga de nuestro vehículo. Asimismo, es muy recomendable examinar el nivel de desgaste y comprobar que el dibujo del neumático tenga una profundidad mínima de 1,6mm.
Recomendaciones de Norauto
Norauto advierte también de que con temperaturas elevadas el rendimiento del motor disminuye, pierde hasta el 15% de su potencia y necesita mayor refrigeración. Por ello, sugiere revisar el sistema de refrigeración en frío y comprobar el líquido refrigerante. Tampoco hay que olvidar comprobar el nivel de aceite del motor para evitar averías.
En referencia a los frenos, cabe destacar que son unos elementos muy sensibles al calor por lo que es frecuente que se sobrecalienten, disminuyendo su capacidad de frenado y duración, mientras que el consumo de líquido de frenos aumenta. En esta línea, el exceso de temperatura y uso intensivo de los frenos, unido a su desgaste puede causar el temido fenómeno ‘fading’, que se produce cuando el sistema de frenos no es capaz de disipar el exceso de calor y el líquido de frenos pasa a estado gaseoso. Esta circunstancia provoca un exceso de hundimiento del pedal de freno que anula su función de parar al vehículo.
Por lo que, si os vais de vacaciones en coche, no os olvidéis de revisar neumáticos, frenos, amortiguadores, aceite, líquido limpiaparabrisas, refrigerante, el del sistema de frenado y el de la dirección asistida, así como el estado de las escobillas, la batería y el sistema de alumbrado. También hay que asegurarse de llevar los elementos de seguridad obligatorios como los chalecos reflectantes y los dos triángulos de seguridad.